Válvula de Diafragma Anticorrosiva, Internos recubiertos con PFA, ANSI 150
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Válvula diseñada para manejar fluidos corrosivos con máxima confiabilidad, incorpora internos recubiertos con PFA que garantizan resistencia química superior y un funcionamiento libre de contaminación.
Su conexión ANSI 150 ofrece montaje seguro y estable en líneas de proceso, convirtiéndola en una opción ideal para industrias químicas, farmacéuticas, tratamiento de agua y aplicaciones donde se requiere control preciso y larga vida útil.
El accionamiento es manual con manija, engranaje helicoidal.
Especificaciones
- Diseño: API 6D
- Face to Face: ANSI/ASME B16.10
- Bridas: ANSI/ASME B16.5 Clase 150LB
- Inspección y Pruebas: API 598
- Cuerpo: Acero A216 WCB
- Revestimiento de internos: PFA (polímero fluorinado)
- Temperatura de Trabajo: Rango -20°C ~ 200°C
- Presión Máxima: 285 ~ 290 psi @ 100°F (38°C)
Aplicaciones principales
La válvula de diafragma con cuerpo en acero (WCB), internos en acero inoxidable y recubrimiento interno en (PFA) está diseñada para trabajar en procesos corrosivos y de alta pureza, combinando resistencia mecánica y química en un solo equipo. Excelente protección y resistencia contra fluidos agresivos.
Industria química y petroquímica: Ideal para el manejo de ácidos concentrados, álcalis y disolventes que pueden dañar las válvulas metálicas convencionales.
Procesos de cloro, oxidantes y blanqueo: Recomendada en líneas que transportan cloro, hipoclorito o peróxidos, donde se requiere alta resistencia a la corrosión y estanqueidad total.
Industria farmacéutica y alimentaria: Utilizada en sistemas que demandan limpieza, pureza y ausencia de contaminación por contacto metálico.
Procesos de semiconductores y agua ultrapura: Apropiada para fluidos de extrema pureza, gracias a la inercia química y baja lixiviación del FPA.
Tratamiento de aguas industriales y efluentes corrosivos: Adecuada para el manejo de soluciones químicas utilizadas en neutralización o recuperación.
Fabricación de papel, tintas, pigmentos y recubrimientos: Su superficie lisa evita incrustaciones, mejorando la eficiencia del proceso y reduciendo el mantenimiento.
Procesos con fluidos pegajosos o cristalizables: El recubrimiento interno evita la adherencia de sólidos y facilita la limpieza posterior.
